Con el tiempo una se da cuenta que la ilusoria idea de comunidad que Facebook vende, es solo eso. Una ilusión. Sostenida en la necesidad que tiene el ser humano de pertenencia y aprobación. Por eso he vuelto a mi blog. A la escritura lenta, pausada y pensada. Escribir al viento sin pretensiones. Escribir para mí y para alguien que descubra el sentido de lo qué intento comunicar. Han pasado varios años, mis intereses han cambiado y lo que es más importante enfrento nuevos retos. Descubrir la vida después de los 50. Nido vacío. Nuevas condiciones en la parte física. Inquietudes ideológicas. Resistencias. Y más. O sea el reto es vivir y vivir bien.